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Los 10 errores más frecuentes que se cometen en el área laboral

Por Carlos Cuadrado (Abogado-Gerente de Innovanza Asesores)

No tenemos conciencia de lo que nos jugamos en muchas ocasiones por no cerciorarnos bien de nuestros derechos y obligaciones de carácter laboral. Y en ello nos va muchas veces nuestro futuro. Veamos.

  1. Dejarse llevar por la intuición.

Actualmente en los trabajos de toda índole está casi todo determinado por protocolos estudiados y constatados. Por eso debemos hacernos con los dossieres que nos enseñen el ADN de la empresa, para saber de sus principios, valores, proyectos y formulas de trabajo. La intuición está muy bien, pero para jugar a la lotería.

  1. No adaptarse a los cambios.

Este aspecto es el que más cuesta de aprender. Creemos que con nuestra formación tenemos solucionado el problema para siempre. Imposible. Los cambios que se producen en el mundo laboral son tan vertiginosos que si no accedemos a una formación permanente, quedamos fuera de juego enseguida. Existen cursos para gestionar el cambio. Abrir la mente, escuchar, aprender, en resumen: debemos reinventarnos para lanzar de nuevo nuestras energías y superar los obstáculos que son muchos.

  1. No usar con prudencia Internet y las redes sociales.

Otro grave problema que está permanentemente en todos los comentarios sobre el mundo laboral. Se cometen muchos errores al pensar que las redes podemos usarlas a nuestro antojo. Son un medio necesario de comunicación y difusión de valores, noticias, conocimiento, productos y servicios, pero también de multitud de falsedades. Es necesario actuar con buen criterio y solo usarlas como medio para promover nuestra empresa y comunicarse con rapidez. Puede ser causa de despido el uso de las mismas para asuntos privados.

  1. Falta de comunicación interna.

El aislamiento sólo conduce al desastre. Ahora debemos trabajar en equipo, consultando novedades, compartiendo experiencias y conocimiento. Ayudando a compañeros y aprendiendo nuevas fórmulas que aumenten nuestra eficacia y la calidad de nuestro trabajo. Vivimos en un mundo supercomunicado. El que se queda atrás, retrocede.

  1. No aplicar los protocolos que exige la empresa.

Ya sabemos que en ocasiones rellenar informes es tedioso y en apariencia no nos produce rendimiento. Todo lo contrario, debemos quedar un rastro de nuestro trabajo que pueda servirnos en el futuro a nosotros o a otros compañeros. El seguimiento de procesos es fundamental para resolver conflictos y optimizar productos y servicios. Los primeros protocolos en el trabajo datan de hace 5.000 años en el antiguo Egipto. Y creo que nos les fue tan mal, pues su civilización duro más de 4.500 años.

  1. No mostrar interés por los compañeros.

La vida laboral es una parte fundamental de nuestra existencia. Si pensamos en el tiempo que pasamos en la empresa nos daremos cuenta de que supera con creces a la vida familiar o social. Debemos hacer de ese mundo un espacio lleno de cultura cívica, de experiencias, de generosidad, de humildad. La arrogancia, la falsedad y la soberbia son aspectos que denigran nuestra convivencia. Un compañero nos puede sacar de un problema, y tener aliados es inteligente.

  1. El acoso en el trabajo  como algo natural.

Este asunto a todos nos violenta. Creemos que nunca podrá darse en nuestro entorno, pero es mas frecuente de lo que pensamos. Y hasta ahora se protegen y ocultan los acosos pensando que no va con nosotros, por miedo, dejadez y cobardía. Se hacen cursos para luchar contra esto, pero en las pequeñas empresas por la soledad y en las grandes por prepotencia, muchos jefes no aprenden la lección de un comportamiento digno con sus subordinados. Ya es hora de decirles a los que sufren de estas prácticas deleznables que es preciso luchar, ser valientes, enfrentarse a estos personajes. Y los que ven estas conductas han de denunciarlas sin demora. Es un delito, y mirar para otro lado una vileza.

  1. Posible adicción al trabajo.

Efectivamente existen muchas personas que piensan en su trabajo como un todo, sin el cual no saben vivir, comunicarse y desconectar. El trabajo es un medio para obtener satisfacciones inmensas, fruto de nuestro esfuerzo e inteligencia, que nos sirve para disciplinarnos y ganar dinero. Pero hay otro mundo. Nuestros hijos mientras crecen y estudian, nuestros mayores, personas de diversa índole que tenemos a nuestro alrededor, no viven en el mundo laboral. Una de cada tres personas trabaja y debe convivir con las otras dos. Es egoísta poner el trabajo por delante de las personas. Existen programas para superar esta adicción.

  1. Falta de compromiso.

Asumir como algo propio el puesto de trabajo es difícil y comprensible, porque requiere esfuerzo.  Igual que no es correcto decir:” doy de comer a tantas personas”, tampoco lo es: “yo cumplo lo justo y el que venga detrás que arree”. La empresa es una unidad económica formada por personas y medios. Decir ” mi puesto de trabajo” es adecuado. Por eso es el compromiso el fundamento para sacar adelante los proyectos, nuestros proyectos. No es nada frecuente que se despida o no se reconozca la valía de trabajadores comprometidos.

  1. Las habladurías como norma.

La crítica constructiva corrige errores y nos hace más nobles. Hablar de los demás es importante, pero es mejor hablar con los demás. Ahora entre los jóvenes se llama auténtico al amigo que no tiene dobleces, en quien se puede confiar y es cierto. Es mejor usar la ironía, la amabilidad y el afecto. Dan mejores resultados. Crear buen ambiente laboral es el fundamento para lograr ser mejores personas, más productivos, más capaces, en resumen: más felices.

Ahondar en pautas morales, éticas y filosóficas no es ninguna falacia. El comportamiento humano se debe basar en la creación de espacios de libertad que ofrezcan garantías a quienes son más débiles. Lamentablemente nuestro mundo laboral adolece de muchos miedos que debemos superar.

Innovanza Asesores

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