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¿Cómo pagar menos en el Impuesto de Sociedades?

 

No solo los particulares buscan pagar menos impuestos, las empresas también, pero con la diferencia de que estas lo hacen mediante el Impuesto de Sociedades, que cuenta con su propia normativa, tipos impositivos y deducciones. ¿Cómo se logra?

La fiscalidad de este impuesto ofrece la oportunidad de lograrlo mediante distintas posibilidades, que permiten que las cuentas de la empresa cuadren de la mejor manera posible, y así reducir el pago de este impuesto. Lo que hay es que saber cuáles son y cómo aprovecharlas.

En este artículo vamos a resumir en qué consiste este impuesto y a revelar algunos consejos para reducir la factura fiscal de la empresa.

¿Qué es el Impuesto de Sociedades?

El impuesto de sociedades es un gravamen que se aplica a todos los beneficios que obtienen las sociedades mercantiles durante un ejercicio fiscal, siempre que residan en el territorio español. Si tenemos una empresa, debemos presentar la declaración de este impuesto, aunque no se haya desarrollado ninguna actividad durante el periodo impositivo o no se hayan obtenido ingresos que estén sujetos a dicho tributo.

¿Cuándo se considera que una empresa reside el en territorio español?

Si tenemos una sociedad que cumple con los siguientes requisitos, podemos decir que es una entidad residente en territorio español:

  • Cuando la dirección de la sede donde se controlan las actividades está en territorio español.
  • Si se ha constituido según las leyes y estatutos de España.
  • Que el domicilio social se encuentre en territorio español.

Al igual que el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas, este tiene un carácter personal, periódico y directo, con la diferencia de que el tipo impositivo no es proporcional sino fijo, por lo que no existe un aumento a medida que se incrementan los beneficios, y no influye de que tipo es la sociedad. Eso sí, hay que tener claro que, en términos monetarios, a mayores beneficios mayor será la cuantía que tendremos que pagar.

  • ¿Por qué es directo? Porque grava directamente los beneficios, que prueban cual es la capacidad económica de la empresa.
  • ¿A qué se refiere cuando se dice que es personal? Se consideran las circunstancias de cada contribuyente de manera personal.
  • ¿Por qué es periódico? Este no es un impuesto puntual o instantáneo, sino que es posible que lo paguemos de forma continua en el tiempo en diferentes periodos impositivos a través de los pagos a cuenta o fraccionados, regularizando cada mes de Julio por año vencido con la presentación del impuesto.
  • ¿Fijo? Lo que quiere decir es que no depende de una tabla variable, sino del beneficio, independientemente de cuál sea la cantidad.

¿Quién está obligado a presentarlo?

Existen dos grupos:

Entidades con personalidad jurídica

Todas esas entidades que, sin importar cual sea su denominación o forma, tienen personalidad jurídica, a excepción de las sociedades civiles. Se pueden mencionar:

  • Entes públicos como Organismos Autónomos, Corporaciones Locales, Administraciones del Estado de Comunidades Autónomas.
  • Sociedades mercantiles de toda clase: colectivas, laborales, de responsabilidad limitada o anónimas, sean unipersonales o no.
  • Fundaciones, asociaciones e instituciones tanto públicas como privadas y de todo tipo.
  • Cooperativas de todo tipo.
  • Agrupaciones europeas de interés económico.

 

Entidades que carecen de personalidad jurídica propia

  • Fondos de Activos bancarios.
  • Fondos de Inversión regulados por la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva.
  • Comunidades titulares de montes vecinales.
  • Uniones temporales de distintas empresas.
  • Fondos de garantía de inversiones.
  • Fondos de capital-riesgo.
  • Fondos de titulización de activos.
  • Fondo de pensiones.
  • Fondos de titulización hipotecaria.
  • Fondos de regulación del mercado hipotecario.

Si nuestra empresa se identifica con alguno de estos dos grupos, entonces sabremos que tenemos la obligación de declarar y pagar el Impuesto de Sociedades. Pero ¿cómo podemos ahorrar en el pago?

Asesoramiento Impuesto de sociedades

Qué podemos hacer para pagar menos Impuesto de Sociedades

Muchas veces no contamos con el asesoramiento necesario para ahorrarnos dinero a la hora de calcular el Impuesto de Sociedades y beneficiarnos de las bonificaciones y deducciones que contempla.

Para intentar reducir el importe podemos aplicar las siguientes ideas legales:

  • Amortizar correctamente los bienes de la compañía.

Debemos recordar siempre que la amortización no es otra cosa que la reducción y pérdida de valor de un activo en la contabilidad de la empresa, y si la realizamos de manera pertinente podemos conseguir reducir el Impuesto sobre Beneficios.

  • Deducir las pérdidas por deterioro de los créditos que ha obtenido el negocio.

Durante un periodo impositivopodemos deducir las deudas que se han generado; para ello, el vencimiento de las mismas debe ser de 6 meses como mínimo, o que el deudor se encuentre en situación de concurso de acreedores, o que las obligaciones se hayan reclamado de forma judicial.

  • Deducir aquellos gastos que se generan por Atención a clientes y  proveedores.

Sabemos que estos gastos son deducibles, pero existe un límite sobre el importe neto de la cifra que es del 1%.

  • Aprovechar las deducciones por haber creado empleo

Si hemos creado una empresa nueva contratando un primer trabajador, podremos beneficiarnos de una deducción de 3.000 euros para el Impuesto de Sociedades, siempre que el contrato sea indefinido.

  • Las donaciones

Si hemos realizado alguna donación podríamos ahorra hasta un 40% de la cuota, siempre que se haya realizado a entidades acogidas al régimen especial del mecenazgo.

  • Gastos de Investigación, Desarrollo e Innovación.

Estos son gastos que se pueden deducir y que muchas veces pueden llegar hasta un 25%, al igual que posibles inversiones en inmovilizados para realizar estos procesos.

  • Periodificación de ingresos

Muchas veces facturamos operaciones que no se llevarán a cabo hasta el próximo ejercicio, lo que quiere decir que el ingreso pertenece al año del devengo. De ser así, vamos a poder trasladarlo al siguiente año, retrasando de esta manera el pago en el Impuesto de Sociedades por este concepto.

  • Bases imponibles negativas

Si el Impuesto de Sociedades en años anteriores ha sido negativo como consecuencia de pérdidas en el balance, podemos compensarlo con futuros beneficios, puesto que para ellos no existe limitación temporal ni caducidad.

Por ejemplo, si en un ejercicio anterior nuestra empresa tuvo una base imponible negativa de un millón de euros, podemos obtener una compensación de hasta un 100%, por lo que esta es una medida fiscal y contable que vale la pena aprovechar.

  • Aplicar la Reserva de Nivelación

La ley permite en algunos casos aplicar una reducción del 10% en la base imponible que se denomina reserva de nivelación, la cual se aplica si tenemos una empresa pequeña que facture entre uno y quince millones de euros.

Esta reserva se compensará y será indisponible con cargos a ejercicios posteriores con el objetivo de pagar menos impuesto en el ejercicio actual, con la previsión de que en otros años subsiguientes se obtendrán bases imponibles negativas a compensar con dicha reserva.

  • Contratos de arrendamiento

Los contratos de arrendamiento financiero nos van a permitir amortizar de manera acelerada un bien por el tiempo que dure el contrato, pudiendo de esta manera reducir el pago del Impuesto de Sociedades en el caso de tener una empresa pequeña.

Para aprovecharnos de este beneficio debemos cumplir ciertos requisitos:

  • Contratando una entidad financiera o de crédito.
  • Que parte de la recuperación del bien sea creciente o constante.
  • Que el contrato tenga una duración de dos años como mínimo para bienes muebles y de diez años para inmuebles.
  • Que exista una diferenciación de las cuotas de la carga financiera y de recuperación.

 

Como podemos ver, son diversas las opciones que nos permiten incrementar los gastos o reducir la cuota del pago de Impuesto de Sociedades, ya sea nuestra empresa grande o pequeña, y estos son aspectos que debemos tener en cuenta cuando llega la hora de pagar a Hacienda.

Es muy importante que tengamos una buena asesoría fiscal para aminorar al máximo posible la carga fiscal, recordando que la asesoría no solo está para presentar impuestos; hay que aprovechar las ventajas y beneficios que pueden aportarnos en todo lo necesario para el desarrollo adecuado de nuestro negocio.

 

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