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7 Problemas de las Pymes que necesitan transformación empresarial

Por Gonzalo Cruz, copywriter de Timpulsa

En el anterior post hablamos de ciertos indicios que, de encontrarlos en tu empresa, pueden suponer que es el momento de una importante transformación empresarial. Sin embargo, no todas las empresas tienen los mismos problemas. A día de hoy, hay muchas pequeñas empresas que tienen problemas que no saben subsanar y que creen que son normales o razonables por el hecho de ser una empresa pequeña, pero esto no tiene por qué ser así. Hoy te mostramos cuales son los 7 problemas más comunes en las pymes y que puedes hacer para solucionarlo.

ERRORES COMUNES EN LAS PYMES

 1º Ausencia de liderazgo. Este es uno de los problemas más habituales que se encuentran en este tipo de empresas. Muchas veces, al tratar con un equipo reducido de personas en el entorno de trabajo, podemos carecer de la capacidad de liderazgo que necesitamos, ya sea por qué no sabemos como llegar a nuestros trabajadores o por otras diversas razones. En estos casos siempre podemos acudir a terceros a que nos ayuden a solventar esta situación para que no se agrave más. A menudo necesitamos algo que nos guíe y nos ayude a superarnos a nosotros mismos y así, trabajando conjuntamente con nuestro equipo, podremos llegar a encontrar la solución que necesitamos.

2º Tratar de cambiarlo todo de golpe. A veces ocurre que llega un momento preciso en el que somos conscientes de todos los problemas que tiene nuestra empresa y queremos subsanarlos todos a la vez; esto es un grave error. Cuando localizamos los problemas ya hemos realizado uno de los pasos más importantes para solucionarlos, pero no todas las soluciones han de ser simultáneas. Debemos acotarlos mediante una estrategia clara y darles diferentes prioridades para arreglarlos cada uno a su debido tiempo y de forma eficaz. De nada sirve poner nuestra atención en muchos problemas si no podemos centrarnos en uno concreto y solucionarlo correctamente.

3º Conformarse con nuestra situación. Podemos creer que por no ser una empresa grande debemos ocuparnos de nuestro pequeño mercado y no ir más allá, manteniéndonos siempre en nuestra zona de confort; estamos cayendo en otro grave error. Sea cual sea el tamaño de nuestra empresa y nuestro mercado, siempre podemos ir más allá. Con frecuencia no nos atrevemos a dar el salto que necesitamos por la idea de que, si nos movemos de nuestro estado habitual, nos dejará de ir bien. Para realizar este tipo de acciones planeamos estratégicamente paso a paso cual va a ser el crecimiento de la empresa además de realizar estudios de mercado que nos permitan realizar una toma de decisiones clara en función del ambiente en el que nos movemos. No debemos tener miedo a aventurarnos a avanzar siempre que lo hagamos con una buena planificación.

4º Defender a capa y espada la independencia de nuestra empresa. Es probable que nuestra empresa no disponga de todas las herramientas necesarias para mostrarnos competitivos en el mercado y tener una situación ventajosa. Debemos perder el miedo a establecer vínculos con otras empresas que pueden ayudarnos a avanzar, y mostrarnos menos competitivos. Esto puede suponer un beneficio para nuestro negocio. Las fórmulas para ello pueden ser desde una fusión hasta una alianza. Si nos ayuda a avanzar y a ser mejores no tenemos por qué tener miedo.

5º Tener una política de comunicación anticuada. Puede darse el caso de que tenemos una buena empresa con muy buenos productos, pero no encontramos la forma de comunicarlo. Esto es un gran problema porque hoy en día no vale con ser buenos, también debemos parecerlo y saber transmitirlo al consumidor. Si nosotros mismos no vemos la manera de hacer esto, siempre podemos contar con alguien externo que nos ayude en este ámbito. Sea como sea, es un asunto que debemos corregir rápidamente.

6º Confundir la gestión con la propiedad. Es bastante frecuente, sobre todo en empresas familiares, que uno de los integrantes se encuentre de repente en sus manos con la dirección de la empresa, y no sabe como afrontarla debidamente. Para esto siempre tenemos que tener un concepto claro: que seamos los propietarios de un negocio no significa que sepamos cómo dirigirlo. Como propietarios debemos evaluar cuales son nuestras propias habilidades y si estamos preparados para afrontar este nuevo reto. Siempre podemos formarnos para aumentar nuestros conocimientos, pero tampoco debemos negarnos a delegar la dirección de la empresa en una persona más capaz. Quizá seamos más aptos para realizar otra función que no sea la de dirigir; no la sacrifiquemos caprichosamente.

7º Dar prioridad a los vínculos familiares en el organigrama. Algunas empresas están organizadas por miembros de la misma familia, y vemos que se realiza de una forma subjetiva la delegación de los puestos de trabajo y el reparto del mismo. El primer paso hacia la profesionalización es modificar la cultura de la empresa, estableciendo claramente nuestros roles y haciendo que prevalezcan por encima de nuestras alianzas familiares mientras nos encontremos en el puesto de trabajo. Nuestras decisiones laborales no deben afectar de ningún modo a nuestras relaciones interpersonales.

 

En Innovanza Asesores, gracias a nuestra colaboración con Timpulsa, sabemos como dar solución a todos estos problemas que puedes haber localizado en tu pequeña o mediana empresa. No te preocupes, hay solución y está al alcance de tu mano.

Innovanza Asesores

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