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Cuáles son los tipos de sociedades mercantiles.

A la hora de constituir una sociedad mercantil es necesario revisar de forma meticulosa los aspectos jurídicos que ayudan a clarificar los pasos que se deben llevar a cabo para crearla. Solo así nos aseguramos de que estamos operando de acuerdo con la normativa legal vigente. En este post te mostramos cuales son los tipos de sociedades mercantiles.

Qué es una sociedad mercantil.

Básicamente es una institución integrada por dos o más personas, cuyo objetivo principal es la obtención de beneficios económicos a través de intercambios comerciales. Esta entidad mantiene un estatuto de personalidad jurídica frente a la normativa legal del país donde se constituye y está conformada por bienes, servicios y patrimonios que de común acuerdo han aportado los individuos que la integran. Algunas de las características que la definen son las siguientes:

  • Tienen responsabilidad jurídica, ya que cuentan con obligaciones y derechos contenidos en las regulaciones legales vigentes.
  • Cuentan con un patrimonio que generalmente corresponde a un activo y a un pasivo. El patrimonio activo de una sociedad son los derechos y los bienes; el pasivo son las obligaciones y las deudas.
  • Están caracterizadas por un nombre que ayuda a distinguirlas de las demás entidades similares y que funciona como denominación o razón social.
  • Están alojadas en un domicilio, donde se suelen gestionar las principales tareas administrativas. Este domicilio principal se le denomina domicilio social y los demás sitios donde también se suele gestionar la actividad de la empresa se les conoce como sucursales o centros de trabajo. Siempre y cuando estas figuren en la escritura de constitución, pueden ser alternadas con el domicilio social. En caso de que no tengas domicilio, también puedes usar un centro de negocios o un espacio de coworking como domicilio social.
  • Tienen su correspondiente nacionalidad, que será el sitio donde ha sido constituida. La nacionalidad hará que se vea obligada a cumplir con las leyes que regulan su creación y actividad en el futuro.

Cómo se constituye una sociedad mercantil.

Partiendo sobre la base de lo que ya sabemos, ahora podemos proceder a crear una sociedad con estos criteriosConsiderando que estas se clasifican en varios tipos, los pasos para su conformación serán ligeramente diferentes según sea el caso. Resumiendo los más importantes, estos son los pasos a dar para configurar una sociedad con éxito:

  1. Solicitar una certificación negativa de la razón social. Esto lo debemos tramitar en el Registro Mercantil y se realiza para acreditar ante este órgano que el nombre elegido para la organización no existe previamente.
  2. Obtener el código fiscal de identificación de Hacienda.
  3. Depositar en una entidad bancaria el capital mínimo según el tipo de sociedad que se desea crear (oscila entre los 3.000 y 60.000 €). También puede constituirse sin realizar el depósito, siempre y cuando se garantice el importe correspondiente de forma personal por los socios.
  4. Acudir a un notario público para formalizar la escritura de constitución de la sociedad. En esta deben aparecer, entre otras cosas, los estatutos, la razón social, el domicilio principal, las distintas sucursales…
  5. Presentar en la Consejería de Hacienda el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
  6. Inscribir formalmente la institución en el Registro Mercantil.
  7. Declarar el inicio de las actividades de la organización en Hacienda.
  8. Tramitar el Impuesto de Actividades Económicas.
  9. Realizar la inscripción de la organización en la Tesorería General de la Seguridad Social.
  10. En caso de que como socios vayamos a ser trabajadores activos de la empresa, debemos tramitar el alta como trabajadores autónomos.
  11. Obtener la respectiva licencia en el Ayuntamiento que corresponda (si fuera el caso).
  12. En caso de que vayamos a contratar a trabajadores extras, debemos tramitar su alta de Seguridad Social en la Tesorería. Los contratos que elaboremos, por su parte, deben ser registrados en el Servicio Público de Empleo Estatal.

Como hemos mencionado anteriormente, según el tipo de sociedad, los pasos serán significativamente diferentes. Para evitar posibles complicaciones en los trámites, podemos contratar un servicio de asesoría profesional que nos ayude a orientar cada paso que damos en la creación de nuestra sociedad.

Tipos de sociedades mercantiles y sus diferencias

Dicho lo anterior, solo queda conocer qué tipos de sociedades existen. En función de la clasificación que se elija, los tipos pueden establecerse según varios criterios (como los elementos que conforman la organización, su carácter jurídico frente a las leyes, el tipo de capital que predomina en ellas, o incluso la forma en que gestionan su organización).

Los tipos de sociedades mercantiles más comunes en España son las siguientes:

  • Sociedad de Responsabilidad Limitada: también denominada solo S.L. Se trata del tipo de entidad más común debido a sus ventajas y a la rapidez con la que se puede constituir. La principal característica de esta es que los socios que forman parte de ella no tienen la obligación legal de responder con su patrimonio cuando la organización afronta una deuda; es decir, la obligación solo se limita al capital aportado por parte de los socios. El capital mínimo para su creación es de 3.000 €, puede ser creada con solo un socio y es el procedimiento habitual que desarrollan las pequeñas y medianas empresas.
  • Sociedad Anónima: representan lo opuesto al tipo anterior en cuanto a la responsabilidad de los socios, ya que estos deben responder con su patrimonio si la sociedad tuviera deudas, y es la segunda más común. Está conformada por acciones que pueden ser transferidas con libertad (como en la bolsa, por ejemplo). Aunque existen sociedades anónimas unipersonales, generalmente están creadas por varios socios que participan directamente en ella. El capital mínimo necesario para constituir es de 60.000 €, de los cuales aportaremos el 25% en el momento de la constitución. Existen algunas actividades económicas (como la bancaria, los seguros, o las farmacéuticas) que solo pueden constituirse bajo esta forma.
  • Sociedad Colectiva: a diferencia de las anteriores, no necesita de una inversión mínima para su registro público legalEn este caso, los socios no solo aportan el capital económico en la empresa, sino que también funcionan como fuerza laboral y gestionan la parte administrativa de la misma. Se necesitan más de dos socios para su construcción y, considerando que se trata de una sociedad ilimitada, en caso de deudas los socios deben responder con parte de su patrimonio para solventarla.
  • Sociedad Comanditaria, denominada también comandita. La principal característica que define su gestión es que los socios que la integran se dividen en dos bandos: aquellos que solo se encargan de aportar el capital (socios comanditarios), y los que se encargan de la gestión y responden de forma ilimitada a las deudas (socios colectivos). Se dividen en dos tipos: las comanditarias simples y las comanditarias por acciones.

A parte de estas instituciones, también existen los empresarios individuales, las organizaciones civiles, las sociedades personalistas, las sociedades públicas, las capitalistas y muchas más. La delimitación de aquello que deseamos conformar será el punto de partida para que registremos el tipo de entidad que se adapta a nuestras necesidades.

En resumen, hemos presentado todo lo que necesitas saber para crear una sociedad. Para evitar malentendidos en la elección de la institución que estamos conformando, y facilitar el trámite administrativo ante los entes correspondientes, la asesoría integral es la mejor opción para poder gestionar los pasos de una forma más eficiente.

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